Para ti.

Te quiero es verdad, cada vez que escuchas esas dos palabras con mi voz quebrada puedes percibir que están escurriendo sinceridad. Me has herido, eso no lo puedo negar y tampoco lo quiero olvidar, incluso me atrevo a afirmar que en algunos momentos de tu vida me has despreciado por ser como soy, por pensar como lo hago y también por amarte como yo te amo. Por no saber demostrártelo de la manera en como tu lo deseas, por no comportarme como a ti tanto te gusta, por no conducirme por la vida siguiendo las normas que han regido tu existir, por amar a otros y entregarme hasta donde soy capaz, por hacer oidos sordos a tus advertencias de que por eso mismo he de sufrir.

Ahora bien, es tanto el amor que te tengo como desprecio el que logras despertar aveces en mi. Odio si, odio la manera en como disimuladamente me haces saber la persona tan ingenua que soy y que en la mayoría de las veces tu tienes la razón. Detesto que me pidas perdón por hacerme daño, con esa sonrisa mitad angelical, mitad arrogante que siempre guardas en las comisuras de tu labios, que me hagas caer con tanta facilidad en el ardor de tu encanto, que ansié estar solo una vez más entre tus brazos para dejar este mundo terrenal aunque sea por un rato y que me saques de mi ensueño a punta de manazos cuando lo intento en solitario.

Sentimiento más completo no puedo tenerte, te amo y te odio, he aqui mi más perfecto pacto.